Creo que hacía ya algún tiempo que no percibía en una boda tanta satisfacción en las personas que rodeaban a María del Mar y Francisco Javier… «Se merecen disfrutar como lo están haciendo de un día y una fiesta tan especial», me comentaba alguien muy allegado a esta pareja. La verdad es que si, los vimos disfrutar en el día de su boda. Incluso su retoño, quien no quiso despegarse ni un minuto de sus padres, trabajándose su cuota de protagonismo y sin querer perder detalle de todo lo que estaba pasando, quizás sin entenderlo muy bien pero siendo partícipe incluso en el mismo momento del intercambio de alianzas.